Dentro del tratamiento con Láser Co2 encontramos dos clases muy puntuales:

Láser Co2 Ablativo:

Este tipo de láser es el utilizado en lesiones localizadas de la piel como: Tumores benignos, siringomas, lunares y verrugas.

Láser Co2 Fraccionado:

Es el tipo de láser que produce una lesión controlada microscópica produciendo una regeneración del colágeno. Indicado para rejuvenecimiento, estrías y cicatrices.

El Láser Co2 es una luz pura y potente, la cual es absorbida por el agua de la piel, generando un daño térmico de la fibras colágenas y elásticas en pequeñas zonas microscópicas, dejando áreas indemnes, que llevarán a una rápida recuperación de los tejidos.

Produce estímulos microscópicos los cuales favorecen la sustitución del colágeno. Con esto se logra rejuvenecimiento y mejor calidad de piel. Se considera un laser no ablativo es decir que no lesiona la superficie de la piel por lo tanto, no requiere periodo de recuperación.

El láser CO2 fraccionado funciona para:

• Rejuvenecimiento facial.
• Eliminar arrugas de expresión.
• Reducir la flacidez del rostro.
• Reparar manchas solares en la cara, cuello y escote.
• Manos envejecidas.
• Quita las manchas de la edad, rojeces y otras imperfecciones cutáneas.
• Trata las cicatrices de acné, granos y otras marcas en la epidermis.

Todas las personas que notan que tienen hiperpigmentación y melasma pueden beneficiarse de las propiedades del CO2 láser. Debido a que es un tratamiento que puede emplearse en todo el cuerpo facilita tratar muchos síntomas de la piel en mujeres y hombres.

• La piel envejecida presenta una coloración amarilla y opaca. El láser de CO2 renueva el color, dándole brillo y frescura a la piel.

• Las fibras de colágeno que se encuentran desorganizadas y fragmentadas reflejan la luz de una forma irregular, cuando se organizan por la acción del láser, mejoran la capacidad para reflejar la luz.
• Se observa una disminución de las arrugas superficiales y del aspecto “cuadriculado de la piel”, siendo especialmente útil en las arrugas peribucales, que son muy difíciles de tratar con otros métodos.
• Se produce contracción del colágeno lo cual se manifiesta por la tensión de la piel.
• Cierra poros y mejora las cicatrices.

• El día del procedimiento se aplica una crema anestésica en las zonas que se van a trabajar, por lo menos una hora antes del láser.
• La piel se limpia cuidadosamente y durante el procedimiento se refrigera la piel con aire frío para disminuir el dolor y el calor del láser.
• Inmediatamente después del procedimiento la piel se enrojece, el grado de enrojecimiento es muy variable dependiendo de la sensibilidad de la piel de cada paciente.

• La sensación de calor y ardor disminuye gradualmente, en uno o dos días, pero el enrojecimiento se demora un poco más en disminuir, pudiendo durar entre 5 a 15 días.
• Hacia el segundo o tercer día la piel se torna ligeramente oscura, y se pueden apreciar los puntos del láser, esta piel se cambia entre una a dos semanas.
• Después de la primera semana ya se observaron cambios en la piel, pero el efecto final del láser se ve entre los 2 o 3 meses posteriores al procedimiento.

• Cuando se trabaja con láser de CO2 fraccionado la selección del paciente es el elemento más importante a considerar.
• El candidato ideal para este procedimiento es una persona de piel clara, con una piel dañada por el sol o por la edad, que tenga tiempo de recuperación y expectativas realistas frente al procedimiento.
• Pacientes con cicatrices de acné u otro tipo de cicatrices se pueden beneficiar, porque al mismo tiempo que se tratan las cicatrices se mejoran los signos de envejecimiento cutáneo.
• El paciente debe seguir al pie de la letra las recomendaciones del dermatólogo tratante y asistir a los controles asignados.