Los lunares comunes o típicos se denominan “Nevos melanocíticos adquiridos”.
Aparecen después del nacimiento, crecen lentamente en el transcurso de la vida en forma simétrica, se estabilizan y pueden permanecer para toda la vida o desaparecer.
La mayoría de los lunares adquiridos se desarrollan entre los 10 y 30 años de vida y casi todas las personas presentan algunos de ellos en diferentes cantidades y en cualquier parte del cuerpo.
El aspecto de los lunares puede variar considerablemente, en general son uniformes, de color homogéneo, forma redonda u oval, bordes definidos y superficie regular. El color varía ampliamente desde el color de la piel hasta el marrón oscuro o negro. Usualmente en individuos de piel clara no se presentan lunares negros. Muchos de ellos se acompañan de vellos gruesos.
Resección de lunares
La gran mayoría de los lunares comunes no requieren un tratamiento específico y se retiran más por razones estéticas o por encontrarse en sitios de mucho roce o irritación.
El tratamiento de elección es la resección quirúrgica que es el único procedimiento que puede asegurar la eliminación completa de la lesión. El láser es una alternativa de tratamiento útil en los lunares que no tienen pigmento, sin embargo, siempre existe el riesgo que quede parte del lunar y reaparezca.
Cuando desee retirar uno o más lunares de su cuerpo asegúrese que un Dermatólogo haya realizado un diagnóstico preciso. Muchas lesiones malignas pueden ser confundidas con lunares, lo que retrasaría un tratamiento precoz que asegure la curación.
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