Los quistes son el resultado del taponamiento de una unidad pilosebácea, la cual se dilata acumulando sebo y células de la piel. Pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo y típicamente se ven como nódulos móviles, de consistencia cauchosa, blancos o verdosos.
Algunos tienen un punto central por donde puede salir un material de color cremoso o amarillento.
Ocasionalmente pueden sobreinfectarse, lo cual produce enrojecimiento, dolor y acúmulo de pus.
Los quistes pueden ser únicos o múltiples.
El tratamiento de elección de los quistes sebáceos únicos o escasos es la resección quirúrgica, la cual debe incluir toda la cápsula que lo recubre, para evitar su recurrencia.
Los múltiples pequeños (por ejemplo esteatocistomas o quistes vellosos), pueden tratarse con Láser de CO2 o Erbium ablativo, con un excelente resultado cosmético.
Los quistes de milium son puntos duros blanquecinos, que aparecen principalmente en cara o sobre cicatrices recientes, son producto del acúmulo de queratina y su tratamiento es la punción y drenaje o el Láser.
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